Asturias y Cantabria (también la vecina provincia de León) son de las pocas zonas en Europa donde aún pervive el Oso Pardo (Ursus arctos) en libertad. Estos mamíferos de entre 200 y 250 kg de peso encuentran su habitat en los bosques y montañas lejos de la presencia humana. Son plantígrados, ya que, al igual que los humanos, apoyan toda la planta del pie al caminar. De constitución fuerte y pelaje espeso parduzco, son ágiles, rápidos e inteligentes. La media de vida del oso pardo en libertad ronda los 25 años. La escasez de alimento, la destrucción de su habitat y la cada vez más próxima actividad humana, son sus principales amenazas. Aunque también influye significativamente el factor de baja variabilidad genética, debido a la falta de un paso que comunique las dos poblaciones existentes entre si (ver distribución). Son varias las organizaciones que están involucradas en la protección del entorno del oso. Gracias a sus esfuerzos se ha conseguido aumentar el número de ejemplares de una especie que se encontraba al borde de la extinción en esta región del planeta.
Distribución
En cuanto a la cordillera cantábrica, el oso se distribuye en dos poblaciones no comunicadas entre sí. Una en el sur occidente asturiano, lindando con el norte de la provincia de León, y la otra, en la zona sur oriental asturiana, abarcando también el norte de la provincia de León, el sur occidente de Cantabria (Liébana) y el norte de la provincia de Palencia.
La primera población consta aproximadamente de unos 160 ejemplares, mientras que la segunda acoge a unos 30. La incomunicación que sufren estas dos grupos afecta negativamente a la supervivencia de las mismos.
El oso pardo es un animal forestal que habita en los bosques de haya, roble y abedúl, localizados entre los 900 y 1400m de altura, donde apenas hay presencia humana y además encuentran alimento.
Es difícil que un excursionista se encuentre con un oso, pero posible. Si se da el caso, es preciso mantener la calma y no hacer gestos bruscos que el oso pueda interpretar como agresivos o intimidatorios. La mejor actitud es ignorarlo y desviarse de su camino. Se trata de un animal salvaje, por tanto de comportamiento imprevisible ante humanos si se siente amenazado. En ocasiones, pueden ponerse erguidos sobre las patas traseras, pero esta actitud no es una muestra de agresividad, sino un cambio de postura para tener una mejor visión y olfatear mejor lo que les rodea.
Es más probable que nos encontremos con huellas, excrementos o marcas en los árboles.
Comportamiento
La alimentación del oso pardo cantábrico, aunque sea omnívoro, se basa fundamentalmente en frutos secos, insectos, miel, setas y diversas plantas. La época de celo tiene lugar entre Mayo y Julio. Las crías nacen a primeros de año tras 7 u 8 semanas de gestación y permanecen en la osera hasta el final de la hibernación. Tienen un fuerte vínculo maternal, pasan con la madre el primer año y medio de vida aprendiendo a desenvolverse en el bosque y la montaña para conseguir alimento y refugio, así como para dar los primeros pasos en el marcaje de su territorio.
De Noviembre a Marzo el alimento escasea, por eso con la llegada del frío invierno, el oso pardo entra en estado de hibernación. Reduce su ritmo cardíaco y su temperatura corporal, gastando la mínima cantidad de energía posible.
Previamente ha ingerido gran cantidad de alimento de alto contenido calórico que transforma en grasa, y que utilizará a modo de reserva alimenticia durante los meses que esté aletargado.
La hibernación del oso suele tener lugar en oquedades naturales en la roca, llamadas oseras, donde preparan una cama a base de tierra, vegetales y pequeñas ramas. Estos lugares generalmente están ocultos, protegidos por vegetación. Su ubicación de difícil acceso es una advertencia para no aproximarse a ellos.
Las hembras se mueven por territorios de unos pocos kilómetros cuadrados, mientras que los machos abarcan una superficie significativamente mayor. Por tanto a la hora de hacer recuentos en una zona determinada, se contabilizan las hembras reproductoras que habitan dicho lugar. Durante la primavera los machos acostumbran a arañar y frotarse contra los árboles con el propósito de obtener un “masaje natural”, a la vez que impregnan el árbol con su olor para indicar su presencia a otros ejemplares.
Más información
Fundación Oso Pardo
La fundación oso pardo contribuye al estudio y conservación del oso pardo y de su entorno natural
c/ Isabel la Católica 13, Entlo. dcha.
39007 Santander Cantabria.
Telf: 942 234 900, Fax: 942 235 048
email: fop@fundacionosopardo.org
web: www.fundacionosopardo.org
Fapas – Fondo para la protección de los animales salvajes
Ctra. AS-228, km 8,9-Tuñón
33115 Santo Adriano-ASTURIAS
Telf. administración: 985 40 12 64 y Telf.vivero: 985 763948
email: fapas@fapas.es
web: www.fapas.es
Fundación Oso de Asturias
Casa del Oso. Carretera General s/n.
33114 – Proaza – Asturias
Telf: +34 985 963 060, Fax: +34 985 963 715
email: info@osodeasturias.es
web: www.osodeasturias.es
Centro de Interpretación: Somiedo y el oso
Pola de Somiedo, Somiedo
Asturias
Telfs: 985 763 406 y 942 234 900